El sensor de oxígeno, también conocido como sensor de la sonda lambda, es un componente vital del sistema de control de emisiones de un vehículo. Se encuentra ubicado en el tubo de escape y mide la cantidad de oxígeno presente en los gases de escape.
Síntomas de un sensor de oxígeno defectuoso:
- Luz de check engine encendida en el tablero.
- Disminución en el rendimiento del combustible.
- Aumento en las emisiones contaminantes.
- Problemas de arranque en frío.
- Pérdida de potencia del motor.
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Causas de un sensor de oxígeno defectuoso:
- Desgaste natural con el tiempo.
- Contaminación del sensor con sustancias químicas.
- Daño por impacto físico.
- Fallas en otros componentes del sistema de combustión.
Soluciones para un sensor de oxígeno defectuoso:
- Reemplazo del sensor por uno nuevo.
- Limpieza del sensor con un limpiador específico.
- Reparación o reemplazo de otros componentes del sistema de combustión.
- Verificación y ajuste de la mezcla de combustible y aire en el motor.
Recuerda que si experimentas alguno de estos síntomas, es importante acudir a un mecánico de confianza para realizar un diagnóstico y reparación adecuada. Mantener el sensor de oxígeno en buen estado es fundamental para el correcto funcionamiento del sistema de control de emisiones y para evitar mayores problemas a largo plazo.